Creo que decir que durante toda mi vida he dependido del habla para expresarme, comunicarme, ayudar, ejecutar, dirigir y muchas cosas no es exagerado, sobre todo cuando recuerdo la cantidad de veces que mis palabras han sido refugio de mis seres queridos, con ellas los he orientado, aliviado y ayudado a sentirse y a estar mejor.
Pero también me ha pasado que tanto depender de mis palabras ha logrado en momentos, que me pierda, que pierda mi confianza y hasta mi ser, de no saber en donde estoy y para donde ir.
Desde que empecé el camino de la PNL he internalizado el escuchar y el escucharme, el sentir y el sentirme, con lo cual he podido conectarme y hablar menos pero ser más concreta, callar más y entender que no siempre tendré algo que decir, y no tener la expectativa de de que debo decir algo correcto que salvará al mundo.
Como todo esta conectado, el PNL ha sido el inicio para vivir este nuevo comportamiento pero que definitivamente ha sido reforzado por mi relación sentimental. Estar con una persona que expresa lo que siente de forma kinestesica y visual al principio me tenía desbordada, no sabía como eso no se acompañaba de palabras, me desbordaba de sentimientos pero me descontrolaba al ser una forma diferente de hacerse sentir.
Hoy ya no me desborda, me llena. Hoy he comenzado a comunicarme de la misma forma y me he librado de la presión de que decir y como decirlo y mejor, me he librado de la expectativa del resultado de mi comunicación verbal. Hoy siento, fluyó y me conecto y logro entonces usar mi habilidad verbal más consiente, conectada y concisa.
Estoy y seguiré haciendo mi mejor esfuerzo por enseñarles esto que apenas estoy aprendiendo, a ustedes, mis hijos, que como Yo tienen el don de la comunicación verbal, que la usen con conciencia de conexión con su Yo interno y allí entenderán que no siempre tendrán que usarla, que sea un canal pero que no dependan de ella.
Los amo
Mami
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